07/07/2024

Juan Carlos, el langunense que vivió 66 años sin DNI

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Ahora podrá acceder a derechos básicos como cualquier otro ciudadano argentino. El trámite llevó más de 10 meses. El intendente Matías Torres Cena felicitó al equipo del Registro Civil.

Juan Carlos junto al equipo del Registro Civil de Laguna Larga

Desde el Municipio de Laguna Larga, el intendente Matías Torres Cena hizó públicas sus felicitaciones este jueves al personal del Registro Civil: Anabell, Lorena y Francisco “por el amor y compromiso” para que una persona de la localidad pudiera recuperar su identidad. Y expresó: “Estamos muy felices de poder ser parte de esta conexión entre Juan Carlos Toranzo y su identidad. La alegría de Juan se refleja en sus ojos y nos contagia esos momentos únicos que te otorga la vida pública y el trabajo en comunidad”, remarcó.

La historia del hombre que vivió toda su vida sin DNI

Aunque Juan Carlos Toranzo tiene 66 años, legalmente es como si hoy acabara de nacer. Es que la Oficina del Registro Civil de Laguna Larga cumplimentó el proceso administrativo para lograr el reconocimiento de la personalidad jurídica de este vecino que vivió toda su vida como alguien “invisible”, con todas las implicancias que conlleva no contar con identificación.

No poder viajar fuera ni dentro del país, estar impedido de tomar un crédito, casarse u obtener un trabajo en blanco. No poder estudiar ni recibir ayudas sociales, ni poder ser atendido dignamente en un hospital. Todas esas fueron, a lo largo de los 66 años de Juan Carlos, algunas de las barreras que encontró en su camino este hombre por no contar con su Documento Nacional de Identidad.

El problema no era haber perdido el carné plástico, sino que el problema real, profundo y difícil de corregir era el que no hubiera estado inscripto nunca en el sistema, ser invisible para el Estado.

Anabella Álvarez, encargada del Registro Civil de Laguna Larga, contó que se enteraron de la situación de Juan Carlos de manera accidental, cuando falleció su pareja. La mujer murió en el domicilio, razón por la cual debió ser trasladada a la Morgue Judicial. Allí, al momento de retirar sus restos, Juan Carlos no podía hacerlo por no contar con DNI.

Al consultarle, el hombre respondió que lo había perdido y que no sabía dónde porque trabajaba en el campo. Con su nombre, apellido y fecha de nacimiento, las autoridades del Registro Civil comenzaron la búsqueda pero no figuraba en el sistema del RENAPER ni tampoco en el Registro Civil Digital de la Provincia.

Continuando con las preguntas al hombre, contó que había nacido en Las Perdices y que su familia era de Villa María, donde todavía vive su mamá y sus hermanos. Efectivamente se pudo conseguir el acta de nacimiento, se corroboraron los datos pero en el sistema no aparecía.

Por eso se decidió hablar al Juzgado Federal para solicitar el Formulario Nº5 donde se enrola a las personas para votar, pero tampoco figuraba Juan Carlos como así tampoco en los padrones. El hombre nunca había podido votar ya que nunca se le había asignado un número de DNI.

Con la partida de nacimiento se pudieron iniciar los trámites en julio de 2023: “Para mí era una aventura con don Juan Carlos, fue mucho el trabajo y finalmente se logró su identidad”, reconoce Anabella con la satisfacción de la meta alcanzada, asumiendo que fueron muchos los obstáculos que se debieron ir sorteando, como así también aprendiendo sobre la marcha. Lo importante fue que el equipo nunca desistió porque el objetivo era cumplir su rol: dar identidad a una persona que durante toda su vida había vivido en las sombras de la sociedad.

Muy querido en el pueblo y jornalero de ocupación, todos los conocen como “Don Ramón” y a partir de ahora ya cuenta con su identidad, derecho fundamental de todos. Lo primero fue realizarle una preinscripción hasta que se pudo concretar definitivamente la inscripción tardía del mayor, como se llama el trámite, que le permitió -por primera vez a Juan Carlos- tener su DNI después de 66 años.

Agradecido y emocionado, así se mostró Juan Carlos al recibir su flamante DNI que es mucho más que un simple plástico, es la posibilidad de poder comenzar a disfrutar de derechos tan básicos y elementales como salud, jubilación, abrir su primera cuenta bancaria, recibir su salario en blanco, acceder a asignaciones y pensiones, votar, tomar créditos, entre tantos más.

Es ser visible, es existir para un Estado que durante tanto tiempo no supo de él.

El autor:

El Diario del Pueblo

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