12/12/2025

Benedetti movería fichas en su gabinete y prepararía una reconfiguración estratégica rumbo a 2026

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El intendente de Arroyito evaluaría cubrir áreas vacantes, fortalecer su esquema político y encarar los últimos dos años de gestión con un gabinete más territorial, dinámico y alineado al proyecto 2026/2027.

En los pasillos del Palacio Municipal de Arroyito se respira un clima de introspección política. Gustavo Benedetti, según se pudo reconstruir a partir de fuentes cercanas al Ejecutivo, estaría analizando modificaciones internas en su gabinete con un mensaje contundente hacia el interior: nadie tendría el puesto asegurado.

El jefe municipal habría planteado en la última reunión de gabinete la posibilidad de cubrir áreas actualmente vacantes —Industria, Salud y Gobierno— como parte de un eventual relanzamiento político orientado a los dos últimos años de su mandato. De concretarse, no implicaría un aumento en la planta política, sino la decisión de ocupar cargos sin designación titular, con la intención de alinear nombres, roles y prioridades de cara al tramo final de gestión.

Un mensaje interno sin doble lectura

Según relataron voces que participaron del encuentro, Benedetti habría sido directo: “En esta gestión nadie tiene el lugar comprado; ningún funcionario es indispensable, y quien no cumpla los objetivos del 2026 podrá ser reemplazado”.

La frase habría impactado dentro del gabinete, que ahora entendería que ya no habría margen para la comodidad. La próxima etapa exigiría funcionarios con mayor presencia territorial, contacto directo con el vecino, vocación de servicio, calle y gestión en movimiento.

Pese a este llamado de atención, Benedetti ha mostrado —al menos públicamente— un clima interno sin fracturas visibles. Su gobierno, sostenido por una coalición, no habría experimentado quiebres sensibles desde 2019; las áreas que funcionaron se mantuvieron, los equipos que respondieron continuaron, y los programas de impacto social siguieron vigentes, un sello que desde el oficialismo atribuyen a la firmeza de su conducción.

Respaldo político y números que acompañan

La eventual decisión de mover fichas tendría sustento no solo político, sino también administrativo y económico.

En los últimos dos balances, Arroyito registró superávit municipal, un antecedente que Benedetti considera distintivo de su gestión: equilibrio fiscal, cuentas ordenadas y administración transparente, sin frenar inversión pública ni planificación estratégica.

A eso se suma un escenario macro favorable: Arroyito se posiciona como una de las ciudades del interior provincial con crecimiento sostenido en materia demográfica y económica. Parte de ello se explicaría por la obra pública ininterrumpida, posible gracias a dos factores convergentes:

  • la vinculación política directa del intendente con el Gobierno provincial, que permitió acuerdos estratégicos —como los más de 5 mil millones de pesos asignados para la construcción de la sede regional de la Universidad Provincial—;
  • y el manejo prolijo de los recursos municipales, que sostuvo la infraestructura incluso en contextos adversos.

En paralelo, Benedetti ha logrado destrabar dos frentes sensibles: el plan de viviendas —ya con preadjudicatarios— y la culminación total de la escuela ProA, a la espera de la inauguración provincial.

Industria, el sector que podría motorizar el final de gestión

Dentro del esquema que el intendente proyectaría para 2026/2027, la Industria sería el área elegida como vector central del “último gran impulso”: generación de empleo, atracción de inversiones, diversificación productiva y desarrollo económico real. La idea sería que no funcione como una secretaría más, sino como un eje ordenador del tramo final del mandato, complementando infraestructura, obra pública y planificación estructural.

Mientras tanto, el mapa de obras activas delinearía un cierre de gestión de fuerte impronta material:

  • cloacas en ejecución,
  • avances en la costanera (adoquinado, cordón cuneta y ordenamiento vial),
  • la construcción de la universidad provincial,
  • y la futura autopista, ambas con horizonte 2026/2027.

A esto se sumaría un dato que empezaría a tomar volumen en los pasillos municipales: una entrega histórica de aproximadamente cien viviendas municipales antes de fin de 2026, uno de los compromisos más sensibles para la administración.

El futuro político y el 2027 en el horizonte

Aunque existan sectores con intención de competir en 2027, las decisiones que tome Benedetti en los próximos meses serían claves para reordenar el mapa interno del oficialismo. Desde la mesa chica aseguran que el intendente podría abrir el juego e incorporar nuevos cuadros, sin condicionamientos heredados y poniendo el foco en hacer “más con lo mismo”, sin ampliar estructuras ni sumar personal.

Por ahora, no hay confirmación oficial sobre los cambios, pero todo indicaría que el inicio de 2026 podría marcar una reconfiguración profunda del gabinete. Benedetti buscaría ordenar la etapa final del mandato, expandir su agenda pública y potenciar el progreso de la “ciudad dulce del país”.

Y aunque no haya expresado públicamente qué hará al finalizar su mandato, crecen las especulaciones: su vínculo directo con Martín Llaryora y Myrian Prunotto podría definir su destino político inmediato.

Si se concretan las modificaciones, Arroyito se sumaría a la tendencia de otros municipios —como Monte Cristo y Villa Santa Rosa— que ya iniciaron un proceso de renovación y ajuste estratégico en sus equipos de gestión rumbo al nuevo ciclo político provincial.

El autor:

El Diario del Pueblo

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