Realizan una campaña para conseguir gasas y sábanas para Juampi
Es el jovencito de Arroyito con piel de cristal. Desde la Fundación Un Tatuaje por una Sonrisa encararon el pedido.
Juan Pablo Gaetán nació con Epidermólisis Bullosa, patología que afecta a uno de cada 50 mil recién nacidos en el mundo, y actualmente unas 500 mil personas la padecen.
Se caracteriza por la aparición de ampollas, úlceras y heridas en la piel, al más mínimo roce o golpe. También suelen aparecer heridas internas llegando a provocar el cierre del esófago.
Desde El Diario del Pueblo dialogamos años atrás con su mamá, Verónica, quien contó: “Al nacer y verlo, sentí una gran y profunda tristeza, mucho dolor porque veía a mi hijo desangrarse y llorar desconsoladamente”.
Verónica toma aire, hace una pausa como tratando de encontrar fuerzas, y continúa: “Llevó mucho tiempo como madre, aceptar esta cruel enfermedad. No nos fue fácil. Tampoco era fácil estar en lugares con gente, porque lo miraban y tenías que aguantar palabras fuertes y dolorosas, miradas que dolían y apenaban a mi hijo”, relató.
Ante la ignorancia y desconocimiento generalizado de la sociedad sobre la enfermedad que padecía el pequeño, Juampi recibió mucha discriminación “de niños, adolescentes y de adultos, como si fuera una enfermedad contagiosa”, lamenta la mamá.
Sin embargo, desde la cuna fue un gran guerrero y al pasar el tiempo fue demostrando toda su fortaleza y espíritu de lucha, heredado -sin dudas- de su joven mamá. “De a poco fue dejando la timidez, destapó su carita y comenzó a demostrar que su enfermedad no es contagiosa, sino que es dolorosa, sufrida, costosa, cansadora y triste. Su enfermedad solo es en la piel, en donde se lesiona al mínimo roce”, describió Verónica.
Hoy, con 16 años, Juampi continúa su lucha diaria debido a que la enfermedad no tiene cura, sin embargo nunca pierde la sonrisa y es un ejemplo de superación constante.
Además es un destacado artista, realizando dibujos asombrosos.


