Un árbol que encendió algo más que luces: la ciudad celebró una noche histórica en sus fiestas patronales
En una Plaza Sarmiento colmada de familias, música y emociones compartidas, la comunidad vivió por primera vez el encendido de su gran árbol de Navidad, un gesto que promete convertirse en tradición.

Hay noches que quedan grabadas en la memoria colectiva, noches en las que una ciudad entera respira al mismo ritmo. Este lunes 8 de diciembre, en el corazón de la Plaza Sarmiento, la comunidad vivió uno de esos momentos que trascienden el calendario: el encendido del primer gran árbol de Navidad en el marco de las celebraciones patronales.
El aire estaba cargado de expectativa. Las familias se acercaban con mate en mano, los chicos corrían entre risas, los más grandes compartían historias, y todos esperaban que ese instante —esa chispa luminosa que divide el antes y el después— llegara. Y cuando finalmente el árbol se iluminó, no solo la plaza explotó en aplausos: también se encendió un sentimiento de esperanza, unidad y pertenencia.
La velada estuvo acompañada por música, encuentros cara a cara, abrazos que hacía tiempo faltaban y una emoción que se podía ver en cada mirada. Fue una noche donde lo simple recobró su belleza y donde la Navidad volvió a sentirse como un puente, un gesto que reúne y que invita a soñar en comunidad.

Esta celebración fue posible gracias al compromiso de los sponsors que apostaron por un proyecto pensado para perdurar, para convertirse en una tradición propia, auténtica, nuestra. Cada aporte, cada mano tendida, permitió que este árbol se levantara como símbolo de identidad compartida.
Y hubo un detalle que llenó de ternura y color la noche: los regalos que acompañaron el árbol fueron pintados por los chicos y chicas del grupo Uniendo Logros, perteneciente a la Dirección de los Derechos de las Personas e Inclusión. Sus manos dejaron huellas de creatividad, empatía y compromiso, recordándonos que el espíritu navideño se construye también con esa mirada pura y luminosa de la infancia.
Así, la ciudad vivió un acontecimiento que, más allá de las luces, nos mostró lo esencial: cuando una comunidad se une, lo extraordinario sucede. Y este árbol, que ya forma parte del paisaje y del corazón de todos, es prueba de ello.

Concurso navideño para comercios: una invitación a iluminar la ciudad
Monte Cristo invita a los vecinos a decorar las vidrieras de los comercios que dan vida a la ciudad. Con una iniciativa que apuesta a la unión, la estética urbana y el impulso económico, se lanzó oficialmente el concurso “Decorá tu vidriera y hagamos brillar la Navidad”.
Los comerciantes tienen tiempo para inscribirse hasta el 15 de diciembre, y podrán hacerlo de dos maneras: completando el formulario disponible en línea o acercándose personalmente a la Oficina de Comercio e Industria, de 7:00 a 13:00. Una convocatoria abierta, sencilla y pensada para que nadie quede afuera.
El concurso premiará no solo la creatividad y el espíritu navideño, sino también el esfuerzo de quienes embellecen las calles comerciales de la ciudad. Por eso, la Municipalidad anunció bonificaciones especiales para los comercios ganadores:
- 1º Premio: 40% de bonificación
- 2º Premio: 30% de bonificación
- 3º Premio: 20% de bonificación
Estos beneficios se aplicarán sobre la Tasa de Comercio e Industria durante los primeros seis meses de 2026, un incentivo directo al desarrollo de los emprendedores y comerciantes locales.
La propuesta no pasa inadvertida: decorar una vidriera es, en efecto, encender una historia. Es regalar un gesto al vecino que pasa, al niño que se detiene a mirar, al cliente que llega en busca de algo más que un producto. Es transformar cada local en un pedacito de Navidad compartida.
Con este concurso, Monte Cristo invita a llenar la ciudad de color, magia y esperanza. A demostrar, una vez más, que cuando una comunidad se propone algo, la luz llega. Y esta Navidad promete brillar más fuerte que nunca.