LA ADUANA INVESTIGA A SIETE FIRMAS ARGENTINAS POR SOBREFACTURAR IMPORTACIONES DE POROTOS DE SOJA
La cartera que dirige Guillermo Michel está detrás de supuestas “triangulaciones indebidas” y una sobrefacturación que alcanzaría los US$4 millones; las empresas del sector salieron al cruce, entre ellas, AGD y Cargill.
La Aduana Argentina dio a conocer a través de un comunicado que investiga a siete empresas nacionales por sobrefacturar importaciones de porotos de soja. Las operaciones documentadas constituyen transgresiones al artículo 954 del Código Aduanero, que refiere a Declaraciones Inexactas. Las empresas podrían recibir multas millonarias.
Las empresas que se investigan son:
- Aceitera General Deheza
- Bunge Argentina
- Cargill SA
- Cofco International
- LDC Argentina SA (Louis Dreyfus Company)
- Molinos Agro SA (Molinos Río de la Plata)
- Viterra Argentina SA (vinculada a Vicentin)
El próximo miércoles se determinará y notificará a cada una la multa. La sobrefacturación alcanzaría los US$4 millones por operaciones que se habrían realizado entre 2020 y 2022. Desde la exportación deslizaron que “llama la atención” el momento en que se realiza el anuncio por operaciones pasadas justo cuando la AFIP tiene bloqueados pagos de importaciones.
Triangulaciones indebidas
En todos los casos investigados, la maniobra consistió en importar la mercadería directamente desde Paraguay, con refacturaciones de intermediarios radicados en otros países.
Se presume que el verdadero objetivo de la maniobra es fugar al exterior divisas obtenidas a valor oficial. En total hay más de 3.000 operaciones bajo análisis.
En esa oficina señalaron que se presume que el verdadero objetivo de la maniobra es “fugar al exterior divisas obtenidas a valor oficial”.
“En todos los casos investigados, la maniobra consistió en importar la mercadería directamente desde Paraguay, con refacturaciones de intermediarios radicados en otros países”, afirmaron.
Deducciones indebidas
En las operaciones investigadas la mercadería fue importada a la Argentina para ser procesada y luego reexportada.
Bajo el régimen de importaciones temporales, el valor del insumo importado se deduce de los eventuales derechos de exportación del producto elaborado en la Argentina.
Así, la sobrefacturación de las importaciones les permitió a las empresas investigadas deducir casi USD 4 millones más de lo que correspondía.
El descargo de las empresas
Desde la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC) explicaron que “la Aduana esta inventando investigaciones contra empresas exportadoras, sobre operaciones que se han realizado cumpliendo las condiciones normales de mercado”.
Allí dijeron que “llama la atención el momento de este anuncio cuando hacen referencia a embarques del 2022″. “Justo ahora cuando la AFIP bloquea todo pago de importaciones y nos lleva a la parálisis de molienda y exportación, condicionando al próximo Gobierno”, deslizaron.
En las redes sociales, Ciara-CEC dijo que “el decreto 1330/2004 establece condiciones para la importación temporaria de mercaderías destinadas a recibir un perfeccionamiento industrial, con la obligación de exportarlas para consumo a otros países. Este régimen permite a Argentina importar soja en momentos de escasez local, procesarla con empleo industrial argentino y exportar al mundo productos con mayor valor agregado. Una estrategia clave para nuestra economía. Los cuestionamientos de la Dirección General de Aduanas carecen de base, sin constancia en las empresas exportadoras. Los valores declarados se ajustan a las condiciones normales de mercado en el país de origen y de procesamiento”, indicaron.
“Inventar investigaciones contra empresas que invierten, generan empleos y divisas genuinas solo genera incertidumbre y pone en riesgo puestos de trabajo y flujos de exportación. Es inaceptable que se siga persiguiendo a la agroindustria, pilar del país y parte central de la transformación productiva y exportadora que necesita Argentina”, dijo Gustavo Idígoras, presidente de la entidad. Agregó: “En lugar de sembrar dudas, apoyemos a sectores clave para el desarrollo económico del país”.
“La agroindustria es un motor esencial para nuestro futuro”, enfatizó.