Carlos Nayi: “Fueron muertes que se pudieron haber evitado”

Contundente el abogado penalista cordobés tomó la representación de los padres de una de las víctimas de la tragedia ocurrida en la fábrica de dulce de leche de Río Primero. Con la información proporcionada y mientras se avanza en el investigación, sostuvo que se estaría frente a un homicidio culposo “que es: matar por imprudentes, matar por negligentes, matar por no cumplir las normas…”

Este martes, el reconocido abogado penalista de la ciudad de Córdoba, Dr Carlos Nayi, confirmó en exclusiva a El Diario del Pueblo la aceptación de la representación de los padres de Adrián Loza (35) en la causa que se investiga por la muerte del joven en la fábrica de dulce de leche La Blanca, donde también perdió la vida Santiago Vicintini.

Víctor Loza e Inés Mansilla fueron presentados como querellantes particulares ante la Fiscalía que interviene en la causa.

Sobre el hecho que se mantiene bajo secreto de sumario, el letrado relató lo manifestado por los padres acerca de que su hijo trabajaba en blanco siendo su tarea “el control y mantenimiento de todo lo que tiene que ver con la pileta de lombricompost”.

Sin embargo, “los encargados -que son dos-, le indicaban como superiores realizar tareas que nada tenían que ver con su misión principal, con su actividad regular. Es decir que le daban dos actividades al mismo tiempo: controlar el piletón y mantener la bomba de la cisterna”, describió Nayi.

Al respecto, agregó: “La bomba tiene que ver con una actividad de electricidad, una actividad de alto riesgo, y esto no le correspondía a Adrián sino que estaba a cargo el mantenimiento de dos personas totalmente distintas: Santiago Sánchez y Javier Silvestri”.

Pese a no ser su tarea, existía un precedente: el 4 de marzo “lo obligan a realizar la limpieza de un tanque y esa no era su actividad”, remarcó el abogado. En esa oportunidad debía sacar una sonda que tenía una especie de tapón, tirar la cadena de esto y en esa actividad para lo cual no tenía los conocimientos, ni el entrenamiento ni las medidas de protección, cae de la escalera y sufre una descarga eléctrica.

“Concretamente, se quedó pegado. Logra milagrosamente alejarse de esa fuente de electricidad que por poco no lo mata, fue atendido en el dispensario donde le dieron reposo por 48 horas. No debía cumplir esa función. Salvó su vida milagrosamente, pero muy pocos días después, el 12 de abril, ocurre la fatalidad”, lamentó el defensor.

Sobre lo ocurrido el día de la tragedia, Nayi sostuvo que nuevamente “lo obligan” -a decir de los padres- a realizar tareas de mantenimiento en la cisterna de la fábrica, donde tenía que hacer la limpieza de la bomba siendo que el encargado, el que tiene los conocimientos técnicos y el entrenamiento, era otra persona.

“En ese contexto es cuando el joven inhala los gases tóxicos que le producen la muerte de forma inmediata”, remarcó.

El abogado sostuvo que Adrián “terminó pagando con su vida la negligencia, la imprudencia, el desapego a la ley al comisionarle cumplir tareas a alguien que no tenía ni los medios de protección para ingresar a un lugar donde se inhalan gases peligrosos”.

Los padres expresaron al abogado que desde la fábrica no les comunicaron lo ocurrido con su hijo.

También comentaron sobre lo que Adrián les decía sobre su lugar de trabajo: “Se quejaba permanentemente por estar en contacto con esos gases tóxicos, los olores nauseabundos que permanecían en su cuerpo pese a bañarse una y otra vez. No contaba con la vestimenta apropiada, tenía dolores de garganta, ardores, dolor de cabeza, irritación en sus manos y sus ojos, por lo que le requirió varias veces a la empresa elementos de seguridad, pero cuando lo hacía, -siempre a decir de los padres- lo castigaban indirectamente con suspensiones o amenazas de despido”.

Ahora se realizó el pedido para que los padres puedan ser admitidos como querellantes y poder establecer todos los niveles de responsabilidad, y si se confirma lo que dicen los padres y las pericias determinan que eso ha ocurrido, se estará frente a la figura de homicidio culposo: “Matar por imprudentes, matar por negligentes, matar por no cumplir las normas que establecen cuál es la forma en que debe llevarse adelante una actividad de alto riesgo como esa”, puntualizó el abogado de la familia.

“Fueron muertes que se pudieron haber evitado”, cerró contundente el letrado.

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El Diario del Pueblo

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