21/09/2023

Tormentas de sal: cómo impactan en la salud

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La sequía y los vientos provocan que cada vez sean más recurrentes las tormentas o nubes de sal en la región de Ansenuza. Recomiendan usar barbijo y anteojos.

En julio de 2004 se registraron por primera vez en la Laguna Mar Chiquita las tormentas de sal. Con la actual sequía, el fenómeno es cada vez más recurrente y ante el desmonte, se extiende en una mayor superficie, llegando a superar los 800 kilómetros las llamadas “plumas de sal”.

En las localidades más cercanas a la Laguna, los vecinos comienzan a dar cuenta de cuadros respiratorios como rinitis, conjuntivitis, tos seca y broncoespasmos; alergias inespecíficas y predisposición a la hipertensión arterial.

Por ello se recomienda consultar al médico ante la presencia o continuidad de esos síntomas y usar barbijo y anteojos, evitando la exposición al fenómeno.

En los últimos años, los investigadores comenzaron a estudiar estas nubes o tormentas de sal y su impacto en la salud y el ambiente.

“Es posible que la situación siga empeorando”, advirtió Lucila Castro, bióloga del Instituto de Diversidad y Ecología Animal del Conicet y directora en Argentina de Natura Internacional. “Necesitamos cambios radicales en las políticas ambientales de nuestra provincia y nuestro país”, remarcó.

En ese sentido sostuvo que es primordial recuperar los bosques y montes nativos, frenando la deforestación y regulando el uso de agroquímicos, además de poder garantizar un caudal mínimo de agua en la Laguna.

Al respecto, afirmó que de acuerdo a investigaciones realizadas en 2016, para que la Mar Chiquita y los Bañados del río Dulce mantengan sus características ecológicas, es fundamental que conserven un caudal mínimo de 110 metros cúbicos por segundo, al menos durante siete meses consecutivos.

“Debemos replantearnos qué tipo de producción queremos, coherentes con los tiempos que vienen, con prácticas más amigables con el ambiente, pensando en nuestro Parque Nacional y en nuestra reserva”, sentenció Castro.

Pensar en una laguna rodeada de bosque nativo que resguarde de las tormentas de sal, además de brindar múltiples beneficios más, es una de las soluciones posibles.

El autor:

El Diario del Pueblo

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